La creencia popular sugiere que, como
los planetas alrededor del Sol, las estrellas siguen orbitas casi
circulares que cruzan los brazos espirales, y que el Sol se encuentra
actualmente en un espolón y no en un brazo espiral importante.
Un nuevo estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
(MNRAS) demuestra que, contrario a esta creencia, casi la mitad de las
estrellas cercanas, incluyendo el Sol, tiene órbitas alineadas con el
brazo de Orión, uno de los dos brazos más importantes.
Del resto, un tercio tiene órbitas
alineadas con el brazo de Centauro, y están actualmente cruzando el
brazo de Orión en su viaje hacia el exterior para reunirse con el brazo
de Centauro más adelante en su órbita. Otro tercio tiene órbitas más
excéntricas que llevan las estrellas a ambos brazos.
Según esta investigación los brazos
espirales son las autopistas de las estrellas. Las estrellas se unen a
los brazos en la parte más lejana de su órbita del centro galáctico,
atraídas por la gravedad del brazo. Las estrellas siguen el brazo hacia
el interior, aumentando su velocidad conforme avanzan, similar a lo que
pasa con una canica que cae por un plano inclinado. Finalmente, toman
tanta velocidad que escapan de la gravedad del brazo, cruzando hacia el
otro brazo y reincorporándose a su brazo original para repetir una
órbita similar.